[Reseña] ¿Vale la pena Donkey Kong Bananza?
He tenido la grandísima oportunidad de probar la Switch 2 en el evento de Madrid. Y aunque entré con altas expectativas tanto con el Donkey Kong Bananza como con el Mario Kart World, solo uno de los dos superó todas mis expectativas dejándome boquiabierta según iba jugando.
De Mario Kart World ya he hecho un vídeo entero explicando con detalle mis impresiones con el juego, así que ahora toca pasar al otro gran lanzamiento del año para Switch 2: Donkey Kong Bananza.
¿Qué es Donkey Kong Bananza?
Este juego para mí es, sin lugar a dudas, El Juego del Año de Nintendo. Donkey Kong Bananza es un juego de aventuras, plataformas y collectathon desarrollado y publicado por Nintendo donde llevaremos a Donkey en busca de las bananas de cristal.
Algunas estarán a simple vista, mientras que otras estarán bien escondidas bajo capas y capas de tierra que tendremos que atravesar para conseguir recolectarlas todas.
Todavía no tengo del todo claro de qué va la historia o cuál es la meta. Pero parece que, independientemente de la razón que lleve al mono a aventurarse en las profundidades, su objetivo será ir descendiendo a través del mundo subterráneo para recolectar todas las bananas de cristal posibles.
¿Qué hará con ellas? Pues aún no lo sé, si os soy sincera. Eso tendremos que descubrirlo en julio con calma cuando tengamos el juego en nuestras manos.
Mis impresiones del Donkey Kong
Porque a pesar de que no tengo todavía clara la trama, si algo tengo claro es el gameplay. Y aunque le traía unas expectativas altísimas al juego, la demo ha conseguido sorprenderme y superar todas esas expectativas.
Sin duda, me parece el juego más potente que tiene Nintendo este año, y me atrevo a decir que, por ahora, con lo que nos han enseñado y hemos podido probar, está por encima de Mario Kart. Yo personalmente, ahora mismo, espero con más ilusión Donkey Kong que Mario Kart.
Estética
Lo primero que destaca de Donkey Kong Bananza es la estética.
Tiene un diseño precioso, detallado y colorido. Me recuerda muchísimo a Mario Odyssey en el mejor de los sentidos, ya que los mundos de ese juego de Mario son de los mejores que he explorado en muchos años.
Pero no solo se trata del aspecto general del juego, que es muy llamativo. Sino que la gracia está en los detalles. En cómo cada pequeño recoveco del mundo esconde secretos divertidos y satisfactorios de recolectar. En cómo las briznas de hierba están hechas en forma de racimos de plátanos. En cómo las hojas grandes de las plantas tienen cara de mono. En cómo incluso los detalles de la UI están tematizados para encajar con el estilo del juego, que es algo que personalmente echaba mucho de menos, ya llevábamos demasiados años con la moda del minimalismo.
Cada pequeño detalle del juego está diseñado y cuidado con un cariño inmenso y eso se traduce en una personalidad y un carisma que atraviesa la pantalla. No solo se trata de un juego divertido y agradable de jugar, sino que además se nota que se ha creado con todo el amor del mundo.
Y, por supuesto, no puedo dejar de mencionar las caras de Donkey. El pelaje ondeando al aire, las expresiones faciales superdivertidas… El cuidado en el diseño del personaje y el toque de humor que aportan a la narrativa me parecen dignos de mención.
Diseño de niveles
Pero, por supuesto, el diseño de los detalles no es lo único que hace de este juego una delicia. Además de haber diseñado a Donkey Kong con un gran amor y cariño por el personaje, por la saga y por los fans, los niveles parece haberse creado con muy buen ojo.
Por supuesto, solo he podido jugar una demo durante un tiempo limitado. Pero lo que he podido ver en ella es para que te vuele la cabeza.
La demo estaba dividida en dos partes. El primer nivel era algo más introductorio y pequeñito: parecía el interior de una mina donde había otros monitos excavando para encontrar oro. El segundo nivel, sin embargo, parecía una de las islas del cielo de Tears of the Kingdom, con un cielo azul brillante y el césped amarillo.
La mina
En el primer nivel podría haberme pasado tranquilamente la demo entera intentando destrozarlo por completo. En cuanto pude controlar a Donkey, lo primero que hice fue romper todo lo que se me ponía por delante. Y, accidentalmente, acabé encontrando la sala a la que tenía que ir.
Podría haber seguido el camino que se me había preparado, que estaba bien visible ante mí, o podía atravesar paredes encontrando pepitas de oro a mi paso.
Hice lo segundo; y no solo sentí la satisfacción de estar “siendo más lista que el juego” sino que encima se me recompensaba con montones de pepitas brillantes que se sumaban a ritmo vertiginoso en el contador.
Si esto no es un diseño de niveles satisfactorio, no sé lo que es.
La isla
Pero eso no es nada. Porque entonces llegas a la isla. Una gran roca formada por diferentes tipos de tierra que parece estar flotando en el cielo. ¿Tu objetivo? ¿Quién sabe, encontrar bananas? Probablemente. Pero mis instintos me pedían otra cosa: destrozarlo todo.
Empecé a explorar a base de saltos por todo el mundo, a agarrar trozos de tierra aleatorios y a tirarlos contra todo lo que encontraba, a intentar probar de lanzar diferentes tipos de materiales a ver cómo cambiaba el resultado.
Y en el proceso de, simplemente, disfrutar con la jugabilidad, encontré secretos ocultos, niveles escondidos, monstruos que derrotar, tesoros enterrados, recolectables secretos y pepitas y más pepitas de oro que se sumaban al contador.
Set de movimientos
Y para que todo esto fluya de la forma que tiene que fluir, el set de movimientos es clave. Es una de las grandes maravillas que hace de Donkey Kong Bananza un juegazo como parece que será.
Si Mario Odyssey sigue sorprendiendo hoy en día por la gran cantidad de saltos diversos que se pueden encadenar para alcanzar sitios impensables, Donkey Kong tiene pinta de que podría conseguir algo similar. Tal vez no al nivel de los saltos con Cappy, pero habrá que ponerlo a prueba.
Por supuesto, el set básico de movimientos incluye caminar, correr, saltar, pegar, escalar y nadar. Y luego hay combinaciones y variantes diversas, como la posibilidad de pegar en cualquiera de las direcciones mientras estás saltando, como es evidente.
Pero luego a este set básico se le suman diversos movimientos bastante divertidos: como rodar, deslizarte sobre un cacho de tierra como si fuera una peonza o escalar con materiales en las manos.
Y aún no sé todo lo que me queda por descubrir. Pero ir combinándolos parece que será clave para desplazarte por los niveles de Donkey Kong con una velocidad y una gracia que hacía tiempo que no manejaba.
Construcción y destrucción
Además del set de movimientos de Donkey, que me parece delicioso en los controles, se suma a la experiencia todo lo que puede hacer para manipular el terreno.
El terreno se puede manipular de principalmente dos maneras:
- Destrozándolo a base de golpes.
- O arrancando un trozo de tierra de alguna parte.
Y con el trozo de tierra arrancado, puedes hacer muchas cosas.
- Puedes rodar sobre él como una peonza.
- Puedes tirarlo y que genere una gran explosión a su alrededor, si tomaste material explosivo.
- Puedes lanzarlo para romper cosas o eliminar enemigos.
- Puedes tirarlo y que se quede pegado a otros materiales, generando una construcción.
Así que no todo es necesariamente destrucción, sino que hasta cierto punto también se puede jugar con la construcción, si eliges los materiales correctamente. Estoy convencida de que así se podrán alcanzar secretos aparentemente inalcanzables a primera vista.
Y el gameplay no se limita a pegar puñetazos a diestro y siniestro. Sino que habrá una parte de lógica o de puzles en saber elegir qué material va mejor para abrir cierto camino en cierto material. O descubrir cómo alcanzar cierto sitio inaccesible u oculto.
Secretos
Como el objetivo parece recolectar las bananas de cristal y algunas de ellas están enterradas en literalmente cualquier parte del mapa, asumo que será complicado hacerse el 100% del juego.
Así que, para solventar ese problema, el juego tiene un sónar incorporado para que puedas localizar las bananas a tu alrededor.
Pero en el proceso de exploración, seguramente encontrarás decenas de otros coleccionables y secretos escondidos entre capas y capas de tierra.
Por ejemplo, durante mi gameplay encontré un minijuego de barriles clásico de Donkey Kong parecido al típico minijuego de seguir las notas musicales de Mario. Y también descubrí un nivel secreto lleno de pepitas de oro donde el objetivo era conseguir tantas como pudiera antes de que el contador de tiempo llegara a 0.
Igual que los juegos de Mario, que están plagados de pequeños minijuegos para conseguir coleccionables y pequeños extras, parece que el mundo de Donkey también está lleno de estos pequeños secretitos que te sacarán una sonrisa.
¿Vale la pena Donkey Kong Bananza?
En resumen: ¿vale Donkey Kong Bananza la pena? ¿Vale esos 80 euros en físico?
Para mí: sí, los vale.
No sé qué tan largo será el juego, cuántos niveles tendrá ni cuántas bananas esconderá el juego en total. Pero no dudo ni por un segundo que dará tanto juego como Mario Odyssey dio en su día.
Si te ha gustado esta review, a lo mejor te interesa saber mis opiniones del resto de juegos de Switch 2. Así que te dejaré por la pantalla un vídeo con mis primeras impresiones de los demás juegos del evento de la Switch 2 Experience.
¡Muchas gracias por llegar hasta aquí y nos vemos en la próxima! ¡Chao!